viernes, 18 de enero de 2008

Don Quijote de La Mancha





En su largo caminar, Don Quijote y Sancho se encuentran con unos molinos de viento y Don Quijote creyéndose que son gigantes se dispone a atacarlos con su lanza. Sancho intenta remediar esta situación diciendo a su señor que no son más que molinos de viento, pero Don Quijote se empeña en atacarlos ya que él piensa que son gigantes malvados. Nuestro héroe acaba mal herido en su singular aventura, pierde su lanza en esta lucha y recuerda cómo una vez leyó que un caballero repuso su lanza con un tronco de árbol y así lo hizo èl.
Al día siguiente de la hazaña vivida con los molinos de viento, Don Quijote y Sancho vieron a dos frailes que caminaban en la misma dirección que una mujer que viajaba detrás de ellos. Don Quijote pensó que los monjes tenían secuestrada a la mujer y arremetió contra ellos, no sin el aviso de su fiel Sancho de que otra vez se estaba equivocando.
En esta aventura, como en tantas otras de Don Quijote, escuchamos siempre la voz de su escudero intentando devolver a su señor a la realidad de los hechos. Es por tanto esta obra universal la puesta en escena de dos conceptos bien distintos: el mundo de las ideas de Don Quijote y el mundo real de Sancho Panza. O es la demostración también de que dentro de cada persona pueden existir y convivir perfectamente ambas realidades y sacar al exterior la que más convenga dependiendo del momento.

Lámpara hecha a mano por Benjamín Vergara Reyes. De lámina lisa y soldadura eléctrica. Los detalles son hechos con la soldadura y con los golpes del martillo. Es un artesano que disfruta mucho de lo que hace y tiene muchas otras lámparas y máscaras de Don Quijote y otros personajes.
Esta entrada no tiene nada que ver con la tela pero sí con las cosas hechas a mano. Y como pueden recordar, todo lo hecho a mano tiene lugar en este blog.




8 comentarios:

Anónimo dijo...

Me da mucho gusto que publiques lo que te gusta hacer,y que a la vez publiques la facilidad y el buen gusto que tanto tu papa y tu tienen , en relacion a sus talentos espero que continuen asi siempre.

Anónimo dijo...

Me agrada que des la oportunidad de mostrar los trabajos de otras personas aunke no estén relacionados con la tela.

De todas maneras son artesanías y estas cosas deberian ser compradas de a monton..

En serio

Anónimo dijo...

Dile a tu papá que me gusta su Don Quijote de la Mancha!

Lentejuela dijo...

Gracias Andoni! Se lo diré.
Gracias por sus comentarios ^_^

montse dijo...

QUE PADRIURIX ESTA EL DON QUIJOTE QUE AHORA ME ENTERO QUE ES DE TU PAPA FELICITALO QUE LE QUEJO SUPER SUPER PADRE

Anónimo dijo...

Por cierto, el Don Quijote tiene mi nariz no? Una cara totalmente vasca xD

Anónimo dijo...

ese don quijote debe valer una fortuna, lástima q no tengo dinero para comprarlo,, pero cuando tnga dinero y casa propia le diré a mi papá que me haga artesanias si q si

urielín

Lentejuela dijo...

Claro que vale una fortuna. Por el material y (más que nada) por la dificultad de hacerlo. Es un trabajo bonito, pero pesado. Lamentablemente en este país las artesanías están muy devaluadas. Sólo los inteligentes saben comprar artesanías. Los artesanos trabajan mucho y tienen espacios muy malos para trabajar. Aquí en la Ciudad ya tenemos Museo de Arte Popular, pero no tiene talleres. En el proyecto de Tlayacapan (seguro lo recuerdas, Uri) tenían sus talleres, sanitariosy patio de reunión independiente al del museo. Mi idea principal era la de darles "su lugar". Ya publicaré un artículo que encontré sobre "por qué comprar artesanías"